La sonrisa de un intrépido valiente, el cual se llamaba Atreyu. Atreyu trabajaba en un definario haciendo bailar a un delfin gracioso, en el espectaculo le hacía saltar desde un barco.
Atreyu siempre llevaba el pantalon arrugado a todos los lados porque le gustaba llamar a su hermana Aída para que se los planchara.
Atreyu y Aída fueron a ver un espéctaculo de magia el cual les resultó muy divertido. Al terminar este se pusieron a hablar del perro divertido que actuó en dicho espectaculo.
Aída solía soñar que se tiraba desde un columpio al bonito mar, al revés que su hermano que le gustaba soñar con comprarse un coche estupendo.
En casa Atreyu siempre solía estar con su albornoz de la suerte aunque le quedará grande y por eso algunas veces se ponía a llorar.
La hermana de Atreyu había días que se iba a pasar la tarde a una tienda de música que tenía unos buenos Cds que la hacian olvidar y evadirse del resto del mundo. Allí en la tienda se ponía un auricular en la oreja mientras hablaba con el dependiente de la tienda el cual le parecía divertido a Aída cuando interactuaba con él contandose chistes.
Pasadas unas semanas Aída consiguió entradas para ver un espectaculo de hipnosis en el recinto ferial de su barrio, Una vez allí a Atreyu le estaba pareciedo divertido porque el mago quería hipnotizar al perro que estaba con él, este consiguió que le espectaculo fuera brillante ya que le hizo bailar sobre la élice de un avión.
Al final del espectaculo el perro fue valiente porque dio un salto desde la élice meintras tocaba el mago el clarinete.
Unos meses más tarde en vacaciones de verano a Aída y a Atreyu les pareció gracioso llamar a sus padres para gastarles una pequeña broma, estos estaban de crucero por el mar. La madre les contó la aventura que les pasó, y es que su padre se calló del barco al mar y estuvo tanto tiempo esperando que su piel estaba arrugando pero tenía que esperar mientras la madre consiguió hablar con el equipo de rescate. Al salir del mar el padre de Atreyyu no se percató de que había perdido una zapatilla resultandoles divertido a los componentes del equipo de rescate y a la madre.
Finalmente, los padres consiguieron celebrar el aniversario como lo habían soñado desde hacía meses, con un gran pastel en el cual había dibujado un barco divertido y en el barco estaban ellos.
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